Siempre es un placer poder trabajar en el Hotel San Prudentzio.
Con el mar de fondo y entre viñedos de Txakolí tuvo lugar la boda de M&B. El blanco de la carpa y los manteles fueron el lienzo en el que se pintó con tonos pastel.
Los colores de la decoración floral y todos los detalles hicieron que se respirara armonía.
Tras horas de baile y diversión los invitados pudieron disfrutar una degustación de crepes gracias a un food truck.