No hay mejor recompensa para las personas que organizamos eventos ver cómo los novios disfrutan el día de su boda, y así fue lo que ocurrió en el caso de B&E.
Un buffet de salmón, en homenaje al padre de la novia, abrió el aperitivo en un jardín con vistas increíbles, al que sucedieron un sinfin de viandas que hicieron las delicias de los asistentes.
Una noche fría donde los invitados se encargaron de llenar de calor y cariño.